Pasamos la primera mitad del festival musical del SXSW y, aunque el cansancio comienza hacerse evidente, también aumenta nuestra emoción y apertura musical a todos los proyectos conocidos y por conocer de cada parte del mundo que nos visitan en esta tarde.
Sin más, avanzamos velozmente a los primeros escenarios para empaparnos de todo lo que tienen para ofrecernos en esta nublado pero agradable viernes.
Decidimos iniciar con la música escocesa de la promotora Wide Days, anteriormente habíamos escuchado a algunos de los artistas de su curaduría y con eso quedamos pendientes de sus presentaciones, así que ya solo era llegar al momento indicado.
Memes nos reciben con una gran dosis de energía, un dueto originario de Glasgow, el escenario parecería muy grande para un par de chicos con bajo y guitarra, pero en cuanto comienzan a tocar el este mismo escenario el que les queda chico.
Manejan una línea de punk rock con caja de ritmos, que raya en el indie por lo pegajoso y digerible de sus canciones, la velocidad de los tres acordes y de las voces desafinadas terminan de dar ese toque radical que le da frescura al dúo, gran acierto.
Luego de tener un proyecto carente de batería en su presentación, pasamos a uno que lo compensa con doble bataca en vivo. Esto es bastante interesante, Kapil Seshasayee es un artista que une el sonido clásico de la India, voces y guitarras principalmente, con el rock progresivo.
Su doble percusión no solo salta a la vista, también al sonido, es divertido ver como en ocasiones se turnan estos bateristas o tocan al mismo tiempo, ya sea emparejando sonidos o dando una gama más abierta entre tambores, tarolas, platillos, timbales y más.
Tanta exaltación merecía un momento de paz, este fue traído gracias a The Jellyman's Daughter, un dueto escocés que nos lleva del folk al bluegrass con quietud y maestría. La dupla vocal femenina/masculina termina de dar el toque de serenidad a su presentación, pero es el uso de instrumentos de cuerda como el cello el que lo eleva a nuevas alturas.
Así, la escuadra de Wide Days termina con Dead Pony, quienes han sentado las bases de la nueva ola de post-punk local, tomando elementos del grunge y punk rock de los 90's-00's, para formar un sólido sonido muy personal.
Lo que escriba aquí no se compara con la gran energía que imprimen en el escenario, así como lo bien trabajada que es la voz de su cantante Anna Shields, así como lo pesado que pueden sonar sus melodías en vivo. Sin duda están marcando la dirección del rock escocés.
Corrimos como caballos desbocados, tuvimos que sacrificar a la British Music Embasy esta tarde, porque venía uno de nuestros showcases más esperados, el de Damnably Records, con un puñado de bandas de todas parte del mundo que difícilmente volveremos a ver en otra parte.
Iniciaron pesado, Drinking Boys and Girls Choir, un power trío de punk rock a la vieja escuela californiana. Tocan veloz, pesado y fuerte, si no inicias un moshpit en sus shows es porque ya estás muerto por dentro.
Canciones rápidas que nos recuerdan a esa época de skate punk, no es solo el tempo de estas rolas lo que nos está encantando, es la actitud y lo bien que suenan en vivo. No queremos que se acabe.
Después de la descarga de adrenalina, llegan Hazy Sour Cherry a darnos una pausa. Pero ojo, que este descanso solo es en brincar como locos, porque su música es demasiado buena, indie-rock que suena muy lindo, así, con todo lo que puede significar la palabra.
Vienen visitándonos desde Japón, sus piezas musicales son bonitas y simples, con coros cantables, no importa el idioma en que lo hagan, vas a tener esas tonadas en tu cabeza todo el día.
No nos dejan de sorprender, cada banda tiene su estilo muy propio y aún así van siendo mejor y mejor, sin ser competencia. Say Sue Me son los siguientes, el cuarteto de indie rock surcoreano con tintes de surf, o surfgaze como se les ha llegado a nombrar, es un goce musical.
Sus vibras playeras y la deliciosa voz de Choi Su-mi hacen que te enamores de cada melodía, mientras que sus letras proporcionan historias de vida muy bien narradas, a veces cantan en inglés, simplemente no podemos dejar de escucharles.
Ahora van Grrrl Gang, una banda que teníamos ganas de ver desde hace tiempo, su indie rock es contundente, la honestidad y pericia de sus letras solo se compara con lo grandioso de sus performance y los grandes riffs que componen.
El set termina con una de las bandas más esperadas del festival, Otoboke Beaver, quienes engañan a la vista con su look, de aspecto elegante y tierno cuando se presentan, pero después del clásico "1, 2, 3, 4" todo es locura al máximo.
Su estilo es extremo, hardcore punk infinitamente veloz, canciones fuertes y potentes, su actitud cambia y son un cuarteto de torbellinos, eso si, no pierden esa gracia, carisma y elegancia en ningún momento, uno de los mejores shows en vivo, necesitamos ir a Japón a verlas.
Pensábamos tomar un pequeño descanso porque... viernes, fuimos al escenario de Kosha Dillz pensando en que sería un set tranquilo por el número de artistas que presenta, error. Nos llevamos muy buenas sorpresas también.
Si bien, estaba más cargado al pop, sus artistas no encajan en el convencionalismo del género, comenzando por Novi, una cantante y compositora con exceso de carisma, su música tiene muy buenos beats y su voz sobresale para el género. Perfecta para bailar.
La segunda carta del showcase fue Camryn, quien llega con una actitud ruda, podría patearnos de aquí al otro lado del bar, pero su voz es dulce y sus letras muy directas, fuertes pero directas.
Su base de pop toma grandes dosis de hard-rock, nü metal y metalcore, aún en los temas acústicos o las baladas, no importa cuál sea la presentación de su melodía, su voz llega a niveles increíbles, aguda y pulida, de lo mejor que hemos visto en el día.
Corrimos rápido al escenario de Park The Van Records y llegamos justo al concierto de Neighbor Lady, quienes nos deleitaron con ese indie rock cálido y apapachador, la dulce voz de Emily Braden es la que te abre las puertas amablemente a su música, pero son sus canciones las que te invitan a quedarte, su sonido es puro y envolvente, gran banda.
Luego de las grandes agrupaciones que nos han traído de Asia, decidimos ir a dar una vuelta al escenario de las Tokyo Sessions, elaborado por Live Talent Japón, quienes abrieron con D.A.N.
Aunque oficialmente es un grupo de tres integrantes, en vivo presentan todo un ensamble multi-instrumental, con música ambiental y progresiva con su línea en el pop alternativo. La aguda voz de su cantante es la que te lleva de la mano en este viaje sónico-cultural.
Siguió turno de la rapera Awich, una mujer que le sobra actitud, su estilo agresivo y oscuro contrasta con todo lo que pensaríamos que es el hip-hop japonés, en especial en una época en la que la luz y los colores están desatados en los artistas de este lado del mundo, fue agradable ver algo de beats fuertes, para variar.
La sesión de Tokyo terminó con Millenium Parade, un colectivo dirigido por el artista Daiki Tsuneta, de la banda King Gnu, su proyecto trasciende las fronteras de la música y se combina con el cine, la ilustración, efectos visuales diseño, dando un gran espectáculo con música electrónica.
No podíamos terminar este cuarto día sin la visita obligada a Sounds Australia, quienes nos han traído muchos momentos de alegría y actos increíbles, con todo tipo de géneros, pero con la constante de contagiar felicidad.
Hoy comenzaron fuerte con No Money Enterprise, un colectivo de hip-hop de mucha actitud y entusiasmo, con sampleos latinos a la Sonora Santanera y referencias a la cultura popular, cachamos algunas a Limp Bizkit y The Flinstones.
En seguida llegó Hauskey, un músico que con balada rock va ganándose al público local, canciones bien construidas con arreglos en guitarra y piano, principalmente.
Sounds Of Australia da una mirada de cerca a los artistas, en ambientes que pocas veces los veríamos, así fue con Indigo Sparke, una de las más esperadas del festival, quien nos dio un vistazo de su habitación, para tomar su guitarra y tocar un par de canciones, en las que no solo destacó su grandiosa voz, sino el alma que deja en cada una de sus temas.
Con mucha alegría siguieron The Merindas, un acto que toma lo mejor de la escuela del hip-hop y R&B de los 90's, de grupos como TLC y Salt & Pepa, para dar un número lleno de alegría, emociones y buena vibra.
El penúltimo artista en esta velada es Didirri, quien nos deleita con sus suaves tonos al sentarse en el piano de su casa. Su voz es la de todo un cantante de rock, tendremos que buscar más de sus orígenes.
Para cerrar este viernes musical, Jaguar Jonze salió a escena, impredecible y feroz como ella sola, su set fue grabado con público manteniendo las medidas sanitarias en Australia, incluso el público estaba sentado en mesas.
Desde los primeros segundos, Jonze se vuelve una figura imponente, su voz aplica una fuerza inmensa, no se diga de su personalidad y hasta su curioso atuendo. Es toda una reina del escenario, sabe cómo interpretar su música de formas en la que no pierde ni un segundo la atención del público.
No se diga del estilo musical, la compositora australiana, de ascendencia taiwanesa, viaja en una delgada línea entre el rock y el pop, dejando un indie bien acomodado y listo para ser headliner de los próximos festivales presenciales, ya queremos verla hasta arriba en las alineaciones.
Así cerramos esta penúltima jornada musical, el SXSW está cumpliendo al presentar grandes proyectos de diferentes partes del mundo. Ya solo queda un último día, estamos listos para terminar aunque vamos a extrañar estas sesiones.
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