Descansamos bien del primer día del South By Southwest (SXSW) Online 2021, un inicio bastante fuerte, con mucho que ver en tan poco tiempo: Ximena Sariñana, DLD, A Place To Bury Strangers, The Mysterines, Jealous, Chubby & The Gang, Vero, TV Priest y más.
Con un poco más de orden y ya sabiendo cómo se desarrolla el festival, empezamos este segundo día de actividades, aquí nuestra impresión sobre lo que pudimos observar y escuchar. De nueva cuenta encontramos buenas propuestas, la mayoría rayando entre el folk, indie y garage, aunque realmente hay de todo.
Esta segunda emisión la arrancamos con el showcase de New Dutch Wave, una propuesta que habita en el SXSW desde 2017 y que este año trajo a un par de agrupaciones alemanas que tienen sus raíces en otras partes del mundo, en seguida me explico mejor.
Arrancaron con el proyecto de Nana Adjoa, una multi-instrumentista de ascendencia ghanesa, quien usa su música como un suave conducto para mostrar sus poéticas líricas, música tranquila para dar inicio a esta jornada, se roba nuestra atención con su ejecución y nuestro corazón con su voz.
El segundo en toma turno fue Altin Gün, un músico de raíces turcas, su proyecto está teniendo mucha proyección en Alemania, gracias a su propuesta que engloba folk psicodélico.
Su ensamble musical está endulzado con el sonido de la cítara, instrumento que inmediatamente te remite a su mundo oriental, que junto a su groove setentero hace que te den ganas de relajarte con su música, al mismo tiempo que avanzas al ritmo de su beat.
SXSW se vale de una pausa entre las 3:00 y 4:00 pm, muy añorada por quienes comienzan desde temprano con la conferencias y exhibiciones de cine pues están desde las 11:00 am sin pausa.
A quienes vamos exclusivamente al festival musical, esta pausa es muy tempranera pero bien válida para prepararse para la parte fuerte. Con esto en mente, visitamos primero el escenario de Black Fret, una iniciativa para apoyar la música de la localidad, de Austin Tx, donde sus sonidos son marcados por el country, r&b, folk y soul.
Es así como encontramos primero a Sydney Wright, una compositora e ingeniera en sonido, con maestría en la física sonora, quien muestra country fresco, con ese gancho pop sin llegar a un producto masivamente comercial. Sus influencias en Coldplay y Kimbra se hacen presentes en la estructura de su música.
Su calidad vocal y lírica son equiparables a sus conocimientos, una mujer bien preparada que sabe lo que hace y a dónde quiere ir. Se nota en temas como You Can Stay o Danger, tan distintos uno del otro y aún así mantienen una misma línea que le da un sello inconfundible.
Los sets del showcase de Black Frest son rápidos, pues tienen agendados seis artistas en una hora, así que solo disfrutamos de un par de canciones por acto, "apenas para el arranque" diríamos aquí.
Entran al escenario Ley Line, un proyecto multi-instrumentista, que rompe las barreras idiomáticas al cantar en español e inglés, quienes toman parte del folklore estadounidense, europeo y latinoamericano para construir sus melodías.
Rápido pasamos a los sets de Motenko y Eimaral Sol, el primero es un músico que desde los siete años le pega al soul, bajo la línea del country y el jazz, entregando el alma en el escenario, empatiza con el espectador haciéndote vibrar al ritmo de sus emociones.
Por su parte, Eimaral es una cantante de r&b que también se vale del soul para transmitir sus emociones, sin embargo su acto está más apegado a las guitarras eléctricas y teclados, muy al estilo de grandes como Billy Holiday y Amy Winehouse.
Avanza el set y vamos con PR Newman, un artista que nos da una cátedra de vida con sus divertidas letras, tocando a la vieja escuela del blues y jazz. Sin duda, un show que dan ganas de verlo de inicio a fin.
Misma situación con Buffalo Hunt, proyecto de la compositora Stephanie Hunt, toda una institución de la música local texana. Su estilo melancólico te lleva a un viaje de nostalgia, contrastante con la presencia de Stephanie, quien desborda carisma y alegría, enamorando al público desde que se presenta hasta que se despide. Sabe bien como manejar su escenario.
Corrimos de aquí a la British Music Embassy, quienes están desbordando calidad en sus showcases, no nos arrepentimos de lo que hemos visto, pero a juzgar por el fin del concierto de la primera hora de BME, aquí hubo toda una fiesta.
Esta segunda hora de la BME comenzó con Beauty Sleep, proyecto de los autonombrados reyes del indie-pop. Y no están tan lejos de la realidad, el synth-pop de este dueto es increíble en sonido y presencia, sus riffs de guitarra son fuertes y se mezclan con lo suave de los teclados, una dupla poco vista pero muy pegajosa.
Con guitarra en mano, Ryan McMullan tomó el escenario. Su música te envuelve en sentimientos, ese espíritu de Irlanda del Norte se contagia en cuanto comienza a sonar su folk acústico.
Posteriormente, Lilla Vargen da una muestra de su poderío vocal, misma idea de presentar guitarra y voz. Pero es Lilla quien se vale de guitarra eléctrica para dar énfasis en su música, que también llega al corazón aún con el concepto enchufado, sobre todo cuando pasa del rasgueo de las cuerdas a los teclados, donde llega mejor su mensaje.
Termina el showcase de British Music Embassy de este miércoles con Enola Gay, grupo de post-punk irlandés que desborda energía, valiéndose de reverberación en las voces y distorsión en las cuerdas para cuadrar mejor su sonido.
Corrimos directo al escenario de Fierce Panda, una disquera que está firmando actos de todo tipo de sonidos, no se cierran a mantener una sola ruta, apuntan a varias direcciones y aciertan a cada blanco en el que ponen el ojo.
Muestra de ello fue el primer acto, Jekyll, una joven propuesta que está creciendo velozmente en popularidad en el Reino Unido, quienes compensan su corta carrera con gran experiencia en composición y ejecución musical.
Acto seguido tuvimos a Family Jools, dueto de piano y batería que nos remonta a clásicos del rock británico, como The Beatles, Keane y Oasis. Su fórmula es exitosa, baladas de rock que imprimen fuerza con la batería pero melosidad con el piano, no hay fallas en este grupo.
Tras la calma con los dos primeros grupos, pensábamos que el resto del showcase seguiría esa línea, no estábamos listos para lo que ocurriría después, Scrounge nos voló la cabeza, destrozó la casa y nos dejó solos para limpiar todo lo que hicieron.
Otro dueto que, al contrario de Family Jools, suenan como si fueran un ejército en plena guerra civil. Mezclan la velocidad y fiereza del punk, con la elegancia lírica y melódica que solo los ingleses logran y que intentó ser emulada en el grunge americano. Ese punto es donde Scrounge conjugan su grandeza.
Estábamos con la energía a tope y llegó Enjoyable Listens, donde tuvimos a otro de los frontman más inolvidables del festival. Luke Duffet hace gala de su elegancia, su porte y su potente voz de barítono, para darnos un show lleno de pases de baile hipnotizantes y canciones muy al estilo de The Smiths.
Sin duda, el showcase de Fierce Panda fue lo mejor del día, la disquera se está haciendo de un arsenal muy poderoso, que marcará la tendencia para los próximos años en los festivales. Deseamos tanto poder acudir a uno de sus eventos presenciales en el futuro.
Decidir entre un escenario y otro siempre es uno de los momentos más difíciles para un fanático de la música en los festivales, especialmente si no estás decidido o no sabes bien que ver.
Explorar es parte de esta ruda profesión, puedes acertar y ver un gran set o equivocarte y haberte perdido de algo épico, pero eso no se sabe hasta después, la ventaja de los conciertos online es que eso virtualmente imposible, pues puedes ver varios escenarios al mismo tiempo.
Este acierto nos llevó a Mint Talent Group, quienes están formando a un puñado de artistas que se están consagrando en Nashville, una de las tierras más importantes de la industria musical de Estados Unidos, donde el country, el folk y el blues son el estandarte.
Ese fue el caso de los artistas que nos presentaron, abriendo con Moziah, un joven que compone pop de manera tan orgánica e instrumental, que se mete a tus oídos y los acaricia hasta que te vuelvas totalmente sumiso a su sonido.
Siguieron Great Peacock, una pieza de country que suaviza tu día y te reconforta, haciéndote saber que todo está bien. Hasta este punto, parecería que la misión de Mint Talent es otorgar música agradable y tranquila.
Eso hasta que Reverend Peyton's Big Damn Band apareció en escena, es indescriptible la energía que ponen a su show, bueno... si lo puedo describir, es grandioso. Country blues sureño con tintes de folk a la vieja escuela americana, te hacen bailar en cuanto empiezan a tocar y te dejan con una gran sonrisa por su presencia y carisma hasta que terminan su set.
Para cerrar la propuesta, trajeron a The Wandering Hearts, un ensamble vocal y musical que nació en el Reino Unido pero que su éxito ha sido primordial en Nashville, tocando en sus escenarios más importantes y llevando música que nos recuerda a Mumford & Sons o Fleetwood Mac.
Llegamos, lamentablemente, a la parte final de esta noche, el showcase de Sounds Australia, uno de los más esperados de la noche por la amplia gama de géneros que manejan y por lo difícil que es ver a sus artistas en este lado del mundo.
Arrancaron fuerte con Baker Boy, hip-hop que toma parte de sus raíces tanto en sonido como en estética, las cuales domina a la perfección pues es originario de comunidades nativas de Australia. Sus rimas llegan al nivel de los grandes del género en América, pero es su ritmo, carisma y estilo, el que lo catapulta más allá, pues es novedoso, fresco y contagioso.
Para tener el equilibrio en la fuerza, The Lazy Eyes llegaron después, balanceando con un rock psicodélico con tintes muy locales, estamos disfrutando estos sets, no solo por la buena calidad de la música, sino por la forma en la que son presentados, desde distintos puntos de una sola casa.
Recorrer los cuartos, patios, entrada, sótano y encontrar a un artista distinto, es un goce visual y una subida al ánimo, igual a la que The Lazy Eyes nos está dando con un set bien trabajado, en el que con solo dos canciones, nos llevaron a otro plano terrenal.
Listos o no, siguió Hachiku, una joven compositora de ascendencia alemana, quien lleva el dreampop a un nuevo nivel, añadiendo arreglos de rock clásico, con algunas añadiduras de psicodélico para llevar su estilo por un camino único, del que no hay vuelta atrás para quien se sumerge en su música.
Pasó la noche y llegamos, por fin, a uno de los actos más esperados: Sycco. Una joven promesa del pop australiano que amalgama sus canciones de coros pegajosos al soul, resultando una increíble carga sónica.
No es solo una voz bien pulida, también son arreglos y composiciones bien logradas, con un nivel difícilmente visto, que sorprende más al saber que todo es compuesto, escrito y producido por la misma Sash McLeod, aka Sycco.
Shannen James se hizo cargo de darle fin a este segundo día de actividades, una voz potente, que podría calmar a mil bestias, es el sello característico de su música, que acompañada con banda en vivo hace un deleite para quien atestigua su talento.
Pero dos canciones no son suficientes para nosotros, queremos más. Y la única forma es buscando su música en plataformas digitales o esperar a que los astros se crucen y nos lleven hasta allá. Sin duda, la curaduría de Sounds Australia fue magnífica y la idea de recorrer su hogar le dio un toque único.
Llegó a su fin el segundo día del SXSW Online, una tarde en la que no estuvimos tan apretados con los artistas que queríamos ver, pero con la que descubrimos muchos artistas nuevos.
Insisto, el problema de este tipo de showcases es que son pocas canciones para poder conocer a un artista, desconozco si así es el evento presencial, pero de ser así, debe ser una corredera por todas partes para poder llegar a los foros de cada disquera y promotora.
Lo estoy disfrutando bastante y espero que estemos, ustedes conmigo, descubriendo mucha música nueva e imaginando estar en un festival, en la forma que lo hemos hecho con los presenciales durante tantos años. Nos leemos mañana y recuerden que aún pueden registrarse en swsx.com, accesos con costo, quedan tres largos días de música.
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